Érase una vez un niño que se ponía siempre los zapatos de su papá. Una noche el papá se cansó de que el niño se pusiera siempre sus zapatos, así que lo puso conectado a la luz, y después a medianoche se cayó. Entonces el papá exclamó: ¿Qué pasa, hay ladrones? Fue a ver...
y se encontró el niño en el suelo. El niño estaba todo encendido. Entonces el papá intentó darle la vuelta a la cabeza pero no se apagaba, probó tirándole de las orejas pero no se apagaba, probó apretándole el ombligo pero no se apagaba, probó quitándole los zapatos y lo consiguió, el niño se apagó.
Esta historia fue inventada por niños de cinco años, según nos cuenta Gianni Rodari en su maravilloso libro "Gramática de la fantasía", a partir de la técnica del binomio fantástico. Esta técnica consiste en que un niño o niña escriba una palabra al azar en la pizarra mientras otro niño o niña tiene los ojos tapados. La clase memorizará esa palabra y la borraremos para que el niño de los ojos tapados escriba su palabra. Es importante que entre ambas palabras exista una distancia, que no habría por ejemplo entre perro y caballo. Una vez tengamos las dos palabras niños y niñas podrán inventar una historia que las incluya a ambas. En el caso de la historia narrada al comienzo las palabras fueron luces y zapatos.
"Gramática de la fantasía" es un libro divertido y genial con un montón de ideas para desarrollar la imaginación de niños y niñas.